A finales del siglo XIX, el Estado español no fomentaba la prostitución pero la reglamentaba. Indicaba en que calle de la ciudad podían establecerse las casas de citas.
Esta publicación se inició en 1948 por Gonzalo Velázquez que era bibliotecario de la Universidad de Puerto Rico. Bajo el patrocinio de la UPR se siguió publicando hasta el 1952 y de ahí en adelante el Departamento de Instrucción Pública continuó su publicación, aunque más tarde la retomo la Universidad nuevamente. El anuario incluye libros, revistas y folletos publicados por puertorriqueños en la isla o en el exterior y, además, incluyen publicaciones que se relaciones con el asunto de Puerto Rico. En sus páginas finales unos apéndices incluye las imprentas y librerías por pueblos.
Lamentablemente, mientras pasa el tiempo la obra es menos consultada por investigadores y profesionales de la información, a pesar de ser una valiosísima fuente de referencia. No obstante, en el 2007 la Dra. Haydeé Muñoz Solá, gracias a los herederos, tuvo acceso de los archivos de Gonzalo Velázquez y logró publicar sus últimas notas del Anuario.
En este mundo de «pandemia digital» donde si no aparece en Google «no existe» y lo viejo «no sirve», pretendo dar visibilidad a esta importante obra de la bibliotecología puertorriqueña. Tal vez inspirada en las recordadas bibliografías puertorriqueñas de Manuel María Sama, José Géigel, Alberto Morales y Antonio S. Pedreira.
[Fuente: Pérez de Rosa, Albertina, 1964. «Las bibliografías puertorriqueñas». Boletín de la Sociedad de Bibliotecarios de Puerto Rico, 3 (1), pp 7-17]. Apenas presento en ISSUU una muestra de la extensa obra que está disponible en la Biblioteca y Hemeroteca Puertorriqueña UPR RP. Algunos ejemplares de esta colección del anuario fueron digitalizados por el Archivo Digital Nacional de Puerto Rico (www.adnpr.net).
Publicada en Mayagüez desde el 12 de julio de 1896. En su primera etapa era un semanario de literatura, ciencias y artes. Su director José González Quiara; y tenía como redactores a Eugenio Astol y Pedro de Angelis. La revista estaba dirigida a un público amplio, pero siempre preocupada por mantener una sana tradición en el empleo correcto y apropiado del idioma español y la crítica justa, imparcial y severa. Dejó de publicarse en su edición del 28 de enero de 1898 por razones económicas pero volvió al ruedo de las revistas en una nueva edición el 14 de septiembre de 1917. En la colección de revistas de la Biblioteca y Hemeroteca Puertorriqueña también se encontraron ejemplares para los años 1925, 1929 y finalmente en 1930. [Fuentes: (1) Jiménez Benítez, Adolfo E. Historia de las Revistas Literarias Puertorriqueñas. San Juan, P. R.: Ediciones ZOÉ, 1998. (2) Olivera, Otto. La Literatura en Periódicos y Revistas de Puerto Rico, Siglo XIX. Río Piedras, Puerto Rico: Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1987.]
Digitalización de micropelícula gracias al Archivo Digital Nacional de Puerto Rico (www.adnpr.net).